Adviento



Don sobre todo don

La vida terrena de Jesús no comienza en Belén, sino que comienza en el vientre de María. Se va formando de Ella, y su cuerpo es real, de verdadera carne humana. Verdaderamente hombre, es verdadero Dios. Nos viene a descubrir el profundo designio para el ser humano: ser hijo de Dios. Conciencia que hemos de pedir y fomentar, pues está llena de consecuencias.



Disponer el corazón para Navidad

Al acompañar a los Peregrinos en su viaje de Nazaret a Belén, buscamos el recogimiento y la purificación del corazón. Como ellos, el contenido de nuestra mente ha de ser uno: Jesús. Nos ayudará la mortificación interior, para darle sólo alimento positivo a nuestro psiquismo.



Adviento y Eucaristía

¿Qué hemos de hacer un jueves de Adviento? Intentar lo que es patente: relacionar la espera de Jesús con su Presencia eucarística. Necesitamos fe para acceder a Misterio tan sublime. Pidámosla, y manifestémosla con obras. Así Jesús nacerá en cada comunión y en cada visita a los Sagrarios.