Nunca pagaremos debidamente el don eucarístico: ni con el culto más esplendoroso, ni con la adoración más rendida, ni con el amor más vehemente. La Eucaristía va más allá de toda medida, y ella mide el valor de una vida.
Relación eucarística
En la Eucaristía está la Persona del Verbo, deseando entrar en relación con la persona singular que somos cada uno de nosotros. Nuestra vida vale por su relacionalidad. Con la Eucaristía nos relacionamos con relación de adoración, de silencio, de fe y de consuelo.