Adorar la Sagrada Eucaristía



Centro de gravedad

En la naturaleza, todos los cuerpos son atraídos al centro de la tierra, por la fuerza de gravedad. ¿Habrá en las almas también una fuerza de gravedad? Sin duda: Jesús Sacramentado. En el Corazón ahí oculto opera una atracción infinita… siempre y cuando nos abramos por la fe y el amor.



Expresión sacramental de la fe

La naturaleza sacramental de la fe alcanza su máxima expresión en la Eucaristía. En efecto, desde la Encarnación nuestra fe es “sacramental”, en el sentido de signo sensible de la gracia invisible. En la Eucaristía falla la vista, el tacto y el gusto, pero nos basta la fe para creer con firmeza. No somos idólatras de un pan, porque no hay pan ya que se obró el prodigio de la transustanciación. La comunión vendrá entonces a ser el principal alimento para la fe.



Jesús celebra la Pascua

El 14 de Nisán del año 758 de la fundación de Roma, Jesús celebra la Pascua con sus Apóstoles. Sabe que menos de 24 horas después estará muerto. La celebra “con gran deseo”, como expansión de un amor inimaginable. Una vida es eficaz si y solo si está enraizada en la Eucaristía.