Adorar la Sagrada Eucaristía



Eucaristizarnos  

Meternos en el Cenáculo. Ver la Eucaristía con ojos nuevos. Fijarnos en detalles de la consagración resaltados en la liturgia: “tomó pan en sus santas y venerables manos”. “Elevando los ojos al cielo”. ¿Eres eucarístico? Si sí, lograrás eucaristizar todo aquello en lo para participas.



Biografía eucarística

Las parábolas del Señor sobre los banquetes hacen ver su dolor por el rechazo de los invitados a acudir. No se lo demos nosotros, al tenerlo verdaderamente en el Sacramento. Tomemos conciencia del prodigio y de su influjo, haciendo un recuento en la memoria de la presencia de la Sagrada Eucaristía en las distintas etapas de nuestra vida.



Un Dios escondido

En diversos lugares del himno Adoro te devote se habla del Dios escondido, oculto bajo las especies. Eso conlleva el silencio permanente, la inmovilidad, la paciencia, el dejarse comer. Toda una pedagogía de humildad, ante la cual mis actitudes soberbias resultan, cuando menos, ridículas.