Dios oculto y escondido
La primera estrofa del Adoro te devote nos habla de un Dios oculto y escondido. Es su modo habitual de proceder. Y eso supone silencio, inmovilidad, actitud de espera, indefensión, dejarse comer. En definitiva, la revelación de una infinita humildad. Es la Eucaristía la donación de Jesús mismo que revela el inconmensurable Amor por cada hombre.