Valorarla



El Milagro de la Misa

En la teología de san Pablo se nos descubren las dimensiones del amor de Cristo. Ese amor lo encontramos en cada Misa, ya que no es sino el mismo sacrificio del Calvario. Y fue ahí, en la Cruz, donde Jesús nos manifestó la grandeza de su Amor. Corresponder con una mayor fe y un mayor amor, disponiéndonos a recibir a Cristo en cada Misa.



Nada más valioso que la Misa

La vida de Cristo se desarrolla como en un drama, donde aparecen el Protagonista y el antagonista; el reino de los cielos y el de las tinieblas, la vida y la muerte, la gracia y el pecado… El desarrollo del drama alcanza un clímax en el Calvario. Ahí se da el desenlace y ahí estamos cada día en Misa. Por eso su valor es inconmensurable como recordaba san Pío de Pietrelcina.



Alcances de la Eucaristía

Nos sirve contextualizar el ambiente de Jerusalén, el Templo y los sacrificios de corderos, en la simultaneidad con la Última Cena. Es el paso de la figura a la realidad, cuando el Cordero de Dios instituye el sacramento de su Cuerpo entregado, de su Sangre derramada. Sensibilizar con la sensibilidad del Corazón eucarístico, es la garantía de eficacia.