Valorarla



La Misa es Tesoro, trabajarla.

Jesús muere y esa muerte es el momento culminante de su vida, y el momento central de la historia de la humanidad. Somos reconciliados, liberados y destinados a la divinización. Momento que se hace eterno, actualizado en cada Misa. Trabajarla, para sacar cada día más hondura y aprovechamiento.



Qué dicen los santos sobre la Santa Misa

Los santos tienen experiencia de las cosas de Dios, por eso son faros de luz para nuestra propia vida espiritual. Atendamos sus enseñanzas sobre la Santa Misa, prodigio que siempre nos “quedará grande”. Textos de todas las épocas –santa Ángela de Foligno, san Francisco de Asís, san Ignacio de Loyola o san Juan Eudes– iluminan el prodigio en que cada día podemos participar.



Misa: Plegaria Eucarística.

Las palabras de Jesús en la Última Cena –entregar su Cuerpo, derramar su Sangre- serían incomprensibles si no se hubiera verificado físicamente al día siguiente. Descubramos en las Plegarias Eucarísticas (por ejemplo, en la III) la íntima relación entre la Víctima del Calvario y la del Altar. Y valoremos la inmensa gloria a Dios y eficacia terrena que se verifica en cada celebración de la Santa Misa.