Valorarla



Valor de la Misa

Hoy, el día del Señor, lo dedicamos especialmente a la alabanza y glorificación de Dios, a través del Sacrificio de valor infinito de su Hijo Jesucristo. Valorar mejor, en lo personal, ese tesoro que objetivamente se da en cada Misa. El Cordero inmolado cuya Sangre se vierte sobre la Tierra, para santificarla.



Que no resulte irrelevante mi Misa

Quotidiana vilescunt, decía san Agustín. “Lo que se realiza cotidianamente tiende a hacerse irrelevante”. Intentemos que eso no nos ocurra con la Santa Misa, sino que sepamos vivirla, aunque participemos diariamente en ella, “con el espíritu y fervor de los santos”. Porque tenemos esta firmísima convicción de fe: que el sacrificio de la Misa y el sacrificio del Calvario son el mismo sacrificio.



El Milagro de la Misa

En la teología de san Pablo se nos descubren las dimensiones del amor de Cristo.
Ese amor lo encontramos en cada Misa, ya que no es sino el mismo sacrificio del Calvario.
Y fue ahí, en la Cruz, donde Jesús nos manifestó la grandeza de su Amor.
Corresponder con una mayor fe y un mayor amor, disponiéndonos a recibir a María en cada Misa.