Perfectus Deus
Es fácil ser arriano, es decir, negar en la teoría o en la práctica la divinidad de Jesucristo. Porque, de afirmarla, nuestra existencia entera se vería comprometida hasta el fondo. Por Él y para Él fueron creadas todas las cosas, de modo que Jesús debe constituirse en el fin de nuestras intenciones, el amor de nuestro corazón, el asunto de nuestras palabras y la razón de nuestra vida.