Quién es



Luz que ilumina a todo hombre

El Prólogo del Evangelio de San Juan es una de las más sublimes páginas de la Escritura. Confiesa abiertamente y sin ambages la divinidad de Jesucristo. Emplea para ello la imagen de la luz, que el Señor retomará asociándola a su Persona. La alternativa es caminar en la luz o andar en tinieblas. Recuperemos la intensidad de esa luz, con fe viva, en la Misa, en la oración, en toda circunstancia.



Conócelo para amarlo

El cristianismo, por encima de su doctrina, es un evento, un acontecimiento: la presencia de Dios sobre la tierra. Conociéndolo cada vez más profundamente –lo que nunca lograremos del todo- crecerá nuestro amor. Descubriremos qué bueno y qué hermoso es Él, y cómo sacia todo anhelo e instruye en toda circunstancia. Basar nuestro modo de vivir en el Evangelio.



Uno al que conocer

La respuesta del Bautista a los levitas y fariseos sigue resonando en nuestros oídos: en medio de ustedes hay uno al que no conocen. Sí, porque aunque sepamos de Él, es inagotable el misterio de Jesús. Busquemos profundizar en su conocimiento haciendo que todo gire cada vez más en torno a su Persona… hasta convertirnos en sus íntimos.