Rosario



Alegría para Jesús

A Jesús le damos una alegría si amamos a su Madre. Y más si nos esforzamos por imitarle, sobre todo en la llama de amor viva que ha de arder en nuestro corazón. En las letanías del Rosario se nos presenta un elenco de títulos para mirarnos en ellos y así parecernos a María.





El Rosario es María

Más que una devoción, el Rosario nos introduce en la esfera vital de María. Ella rezó –y reza un permanente Rosario- pues los misterios de la vida de su Hijo se le grabaron en el corazón, y los actualiza incesantemente. Hagamos también nosotros de nuestra vida un Rosario que, comenzando aquí, se prolongará en la eternidad.



Ambiente de Rosario

San Juan Pablo II introdujo en el Rosario los Misterios Luminosos, abriéndonos cauces de contemplación de la vida pública de Jesús. Su carta Rosarium Virginis Mariae invita a descubrir la belleza del Rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor. Mucho ganaremos rezando bien el Santo Rosario de Nuestra Señora.