Voluntad de Dios



Siempre y en todo la voluntad de Dios 

La voluntad de Dios está presente siempre y en todo. El reto es descubrirla, aunque vaya en contra de la nuestra propia. Tres grados de fidelidad a esa voluntad: primer grado, cumplirla en lo externo; segundo, cumplirla en las mociones interiores y, tercero, dejar que sea Él quien conduzca nuestra vida. Entonces tendremos paz en el alma, y nuestra libertad se va al infinito.



Dios actúa de continuo: docilidad

“Mi Padre actúa y Yo también actúo”. Dios es y actúa, en todo y desde lo más hondo. Por eso, nos pide docilidad: Él sabe cómo llevarnos, a través de la Providencia del padre, de las palabras de Jesús y de las mociones del Espíritu Santo. Actitud de escucha humilde.



Lo que Dios quiera

“El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana, y mi madre”. ¡Qué gran cercanía, intimidad y confianza nos asegura Jesús, cómo nos promete ser de su familia, con tal que cumplamos la Voluntad de Dios! El Padre nos la manifiesta con su Providencia, el Verbo con ejemplo y su Palabra y el Espíritu con las mociones interiores.