Voluntad de Dios



Lo que Dios quiera

“El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana, y mi madre”. ¡Qué gran cercanía, intimidad y confianza nos asegura Jesús, cómo nos promete ser de su familia, con tal que cumplamos la Voluntad de Dios! El Padre nos la manifiesta con su Providencia, el Verbo con ejemplo y su Palabra y el Espíritu con las mociones interiores.



Voluntad de Dios

Para nosotros, como para Jesús, nuestro alimento deberá ser cumplir la Voluntad del Padre celestial. Para eso Él se retiraba a lugares apartados y hacía oración, para conformar su voluntad humana con la de su Padre. Si no tenemos esa constante actitud, corremos el riesgo de que se nos deforme la conciencia.



Teme a los que pueden matar el alma

Jesús invitó muchas veces a no tener miedo. Pero también invitó a sí tenerlo cuando se trata de aquellos que pueden enviar el alma a la gehenna (cf. Mateo 10, 28). El mundo padece de una “debilidad de oído” para escuchar esa advertencia de Jesús, cuando no de una auténtica sordera. Si yo no la padezco, si conozco el riesgo de perder la eternidad, tengo el grave deber de dedicar mi vida a la salvación de las almas.