Voluntad de Dios



Nuestro alimento es cumplir la Voluntad de Dios

Hacer y amar la voluntad de Dios: eso es la santidad. Jesús habla de que eso es su alimento: hacer la voluntad de Dios nutre y deleita. Comenzar con los mandamientos, luego con los deberes de estado y, por fin, con todas las mociones interiores del Espíritu Santo. Ejemplo de san Juan de la Cruz.



Como en Caná, la Santísima Virgen nos dice: "Hagan lo que Él les diga"

La Iglesia nos presenta el episodio de las Bodas de Caná. “Hagan lo que Él les diga”, dijo María a la generalidad de los hombres. La clave de una vida plena es hacer la Voluntad de Dios. Colocarse en las Manos de Dios y dejarle que obre según su Infinita sabiduría y su gran Bondad.


Dejar el cielo para…

He bajado del cielo… revela Jesús en el capítulo VI de san Juan. ¿Qué será tan importante como para tener ese descenso? Cumplir la voluntad del Padre. Valoremos la importancia de hacerlo, incluso en los detalles mínimos de sonreír en las contrariedades, en hacer exactamente lo que Él espera de nosotros, en mantener siempre la paz ante cualquier circunstancia.