Caridad


Caridad como los primeros cristianos

¿Cómo vivían los primeros cristianos? Acudían al Templo todos los días, con un mismo espíritu, y vivían todos unidos con alegría y sencillez de corazón. Conocemos que somos de Dios si tenemos caridad, comenzando por ser portadores de paz. Si sabemos reconocer las cosas buenas de los demás, olvidándonos del yo, podemos lograr que las diferencias sumen, en lugar de restar.



La viuda pobre del Evangelio

Escena breve pero llena de significado: la viuda pobre que echa dos moneditas en el Templo (cf. Lc 21, 1-4) y hace surgir “lumbres” en la mirada de Jesús porque “ha dado todo lo que tenía para vivir”. Hay que dar “hasta que duela” decía la madre Teresa de Calcuta, y santa Teresita, “Amar es darlo todo y darse a sí mismo”. Busquemos hacerlo en la caridad: dar nuestro interés, sonrisa, atención, tiempo…



Comprensión y cariño

El mandamiento de Cristo es amarnos como Él nos ha amado. Necesitamos para eso su Corazón: de esa fuente procederá todo. ¿Hemos aprendido la ciencia del saber querer? Podemos examinarnos a través de dos vertientes: la comprensión y el cariño.