Fe



Fe operativa

El Evangelio nos muestra las reacciones de Jesús ante la falta de fe, y el regocijo de su Corazón cuando la encuentra. Aceptar su Palabra remite a la aceptación de la Persona. ¿Cómo lograr que la fe ilumine cada situación y se manifieste en las obras?



La fe y la escucha 

El buen ladrón abrió a Jesús el corazón y fue salvado. También nosotros, si sabemos abrirnos a su Persona y a su Palabra, acabaremos por escucharlo y recibir su salvación. La fe que procede del oír debe ser siempre la luz que ilumine cada uno de nuestros pasos.



Con lámparas encendidas

Estén, con sus lámparas encendidas… esa tenue luz de las lámparas de aceite nos permite equipararla a la fe. Porque con ella podemos ver en la penumbra del mundo que está más allá de lo sensible e inteligible. La carta a los Hebreos encomia la fe de los justos del Antiguo Testamento. Para nosotros, el termómetro de nuestra fe es el inefable misterio de fe de la Eucaristía.