Fe



Importancia capital de la fe

Caminante no hay camino, sino estelas en la mar. ¡Qué pronto se desvanece el paso de una nave sobre la superficie de las aguas! Así pasa nuestra vida: no demos importancia más que a las cosas de la eternidad. Enfoquemos los acontecimientos desde la visión de fe, y tendremos la óptica precisa; descubriremos la acción incesante de la Providencia y nos mantendremos en oración continua.



Resurrección y fe

La historia de cualquier hombre termina con su muerte. Pero no así la muerte de Cristo: nos abre a la eternidad. Nuestra fe se centra en la Resurrección del Señor. Si no hubiera sucedido, todo sería vano. Con la fe se nos ilumina cualquier acontecimiento: la fe en el Resucitado determina nuestra vida.



Dos modos de ejercitar la fe

Para creer es preciso un corazón bueno, abierto a la palabra de Dios. Más que una cuestión teórica, es una praxis vital, que puede ejercitarse de dos modos principales: compartiendo la existencia con Jesucristo, y enfocando todas las situaciones desde la óptica de la fe. A través de este doble modo, la fe crece.