8 de junio
Corazón dulcísimo, sonrisa de María.
Hoy vuelve a cumplirse la profecía de María en casa de Isabel, porque también nosotros la llamamos bienaventurada. Y ahora por un corazón lleno de gracia, que nos alienta para llegar siempre más alto. Ella es la misma bondad, y por eso nos mira sonriendo. En Lourdes, la sonrisa de María fue la respuesta a la pregunta de Bernadette sobre su nombre. Fue algo así como la puerta de acceso al misterio. Descansemos en ese corazón inmaculado que nos recibe con una sonrisa.