Diciembre



5 de diciembre

En Adviento tener ansias de Jesús

Si quisiéramos resumir en una sola palabra la actitud a que nos invita el Adviento, esa palabra quizá podría ser “ansia”. Y preguntarnos si realmente estamos en un momento de deseo, de deseo de Cristo. Ilusión de que el Señor esté constantemente presente en nuestro interior, dándole oportunidad de tomar posesión de nuestro yo. “Que buen tiempo para remozar el deseo, la añoranza, las ansias sinceras por la venida de Cristo”, dice san Josemaría. Nuestro deseo es que el Adviento de la vida se nos convierta en la Navidad eterna.



6 de diciembre

Madre llena de gracia

Jesús dijo a sus discípulos que en el mundo tendrían tribulaciones. Y, compadecido de nuestra debilidad, eligió darnos una madre, como compañía y consuelo. San Bernardo habla de “mirar a la estrella, mirar a María”. Entonces soportaremos los vientos de las tentaciones y los escollos de las penas. Experimentaremos el consuelo de un regazo y la ternura de unas caricias.



7 de diciembre

Por tu limpia Concepción

“Llena de gracia”, la saluda el Arcángel. Queremos imitar esa pureza, sabiendo que nada manchado puede entrar en la presencia de Dios: “Bienaventurados los limpios de corazón”. Vigilemos para purificar el nuestro, tanto en los sentidos como en el espíritu, tanto activa como pasivamente. Adelantaremos el purgatorio y seremos introducidos en la vida mística.