8 de diciembre
Agradecer el prodigio de la Inmaculada Concepción
En esta Solemnidad queremos evitar el riesgo de limitarnos a considerar fríamente este dogma de fe. Estamos hablándole a Santa María, uniéndonos a su alabanza a Dios por los dones que le concedió. Nos manifestamos enormemente agradecidos con el Creador que quiso regalarnos una Madre en plenitud de amor. Ella nos ama a cada uno más que todas las madres a sus hijos, porque en María no existen dos maternidades: nos ama con el mismo amor con el que ama a su Hijo.