Octubre



26 de octubre

Participar en Misa adorando a Dios

Rondar la Misa, meditar sobre la Misa, nos ayudará a tener más luces sobre este misterio que nos rebasa. Es una actio Dei, algo sagrado. Tenemos ahí la perfecta adoración al Padre, antes que ninguna otra finalidad de la Misa. Le damos nuestra reverencia, nuestra adoración, y lo confesamos al final de la Plegaria Eucarística: “todo honor y toda gloria”. No se trata, por tanto, de una comunidad que se auto celebra, sino que se abre a la dimensión eterna.



27 de octubre

En el mismo mundo de Santa María

Ya avanzado el mes de octubre nos viene bien recordar que, junto con mayo, es un mes mariano. El papa beato Pío IX, en su lecho de muerte, recibía un gran ánimo de la contemplación de los misterios. Y es que nos hacen entrar en la esfera vital de María, para compartir mundos y convertirnos en confidentes del Corazón de Jesús.



28 de octubre

En octubre tratar más a los ángeles

El mes de octubre tiene muchas fiestas entrañables. No olvidemos la que se celebra al comenzar el mes: los ángeles custodios. Porque es una verdad muy consoladora y quizá no le damos la suficiente importancia. Porque nuestro custodio no solo nos acompaña, sino que es también nuestro intercesor. Y nos alegra pensar que, en nuestro entorno, existe un mundo poético, sutil, maravilloso. En el mundo de los ángeles podemos introducirnos para olvidar un poco la fealdad del pecado.