Octubre



8 de octubre

Colmados con la plenitud de Dios

Meditemos “largamente”, como invitaba san Josemaría, un pasaje del Nuevo Testamento: Efesios 3, 14-19. “Doblo mis rodillas ante el Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra para que, conforme a los tesoros de su bondad, les conceda que el Espíritu los fortaleza interiormente y que Cristo habite por la fe en sus corazones… y así, arraigados y cimentados en la caridad, podrán comprender la anchura y la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo, y experimentar ese amor, que sobrepasa todo conocimiento humano, para que así queden ustedes colmados con la misma plenitud de Dios”.



9 de octubre

San José nos da lecciones de oración

Los miércoles están dedicados a la devoción de san José. Él nos abre la puerta de su casa y somos entonces introducidos en la trinidad de la tierra. José no es solo intercesor o patrono, es también maestro de oración: nos da lecciones de cómo tratar a Jesús y a María en el ámbito de lo familiar, de lo sencillo, de lo cotidiano.



10 de octubre

Dar la vida por las ovejas

Tanto ama Jesús a sus ovejas, tal es el ansia de su Corazón por salvarlas, que entrega su vida para lograrlo. Le duele que tantas se pierden, le duele por el sufrimiento de ellas y por la pena de su propio Corazón. Y nos envía a recobrarlas, a llevarlas a su redil. Es la tarea más trascendente a que podemos dedicarnos sobre la tierra. En rigor, es la única tarea a la que vale la pena dedicar la existencia.