Marzo



14 de marzo

La santidad es transformarse en Cristo

No consiste la santidad en coleccionar virtudes, ni siquiera en una imitación de Jesús. Es mucho más: una verdadera y propia transformación en Él, viviendo de la vida suya, vida que Él mismo nos comunica. Profundicemos en la grandeza del proyecto de Dios, ilusionándonos con la transformación ontológica y psicológica en el Señor, centrándonos en la Eucaristía.



15 de marzo

Combate contemplativo

El patriarca Jacob luchó la noche entera con un desconocido. Al final le dijo: “No te soltaré hasta que me bendigas”. También la oración es un combate, en el que vamos a encararnos con Jesús, en la noche de la fe y del recogimiento. No cejaremos hasta que nos bendiga, es decir, hasta que nos otorgue la contemplación de su rostro.



16 de marzo

Enamorarse es la clave

Los misterios de luz del Santo Rosario nos iluminan. El 4º, la Transfiguración, es el “icono de la contemplación cristiana”, en frase de san Juan Pablo II. Subir a un monte alto, ascender sobre la horizontalidad de la materia, dejar abajo lo terreno y fijar los ojos en el Rostro de Cristo, para descubrir su misterio. Ese acto de fe nos conduce al amor del Señor, única razón de nuestra vida.