9 de marzo
Desierto: punto de encuentro con Dios.
¿Dónde tuvo el pueblo elegido los más profundos encuentros con Dios? En el desierto. ¿Y dónde busca Jesús la intensidad de comunicación con su Padre? En el desierto. Busquemos también nosotros encuentros en nuestro corazón, tomándonos en serio la enseñanza de Jesús que dice que Él y su Padre habitarán en nosotros. Tarea ardua, pues estamos acostumbrados a vivir desparramados. “Forzarnos a estar con Él”, decía Teresa.
10 de marzo
Agradecer a Dios
Los salmos son una escuela de oración: nos enseñan a desagraviar, a alabar, a pedir y también a agradecer. Los motivos de nuestra gratitud se multiplican con el Dios encarnado que vino a salvarnos. Es, pues, deber de la criatura para con su Creador manifestar gratitud. Todo es don: agradecer a Dios todo, también lo que contraría.