Marzo



20 de marzo

Jesús nos revela al Padre

Es Jesús quien nos ha dado a conocer al Padre. Desde esa revelación, sabemos cómo es el Padre y cómo debemos comportarnos con Él. ¿Aprovechamos esta revelación para nuestra vida espiritual? ¿Hacemos oración filial, oración de confianza de un niño a su padre que lo ama muchísimo? O, por el contrario, ¿se nos olvida que somos hijos del Padre y caemos en temores y desenfoques?



21 de marzo

El Amor de Jesús es lo único seguro

“Como mi Padre amo, así los he amado yo. Permanezcan en mi amor”. Detenernos una vez más en esa revelación prodigiosa. Si la hiciéramos nuestra, ¿qué nos turbaría? En mí, se vuelca un amor eterno e infinito. Todos los amores de la tierra, con todos sus matices, están en Jesús. La mayor muestra de amor de Dios es la Encarnación del Verbo. Dios toma lo nuestro para hacerlo suyo. Intentemos que estas verdades nos asombren e ilusionen.



22 de marzo

Frutos de santidad en el Rosario

¿Por qué una oración tan sencilla produce “frutos de santidad” (carta Rosarium Virginis Mariae)? Porque, bien rezado, nos lleva al mundo de María, a la asimilación de su corazón al nuestro. Contemplar los misterios desde el corazón de María irá permitiéndonos la identidad de corazones. “Poned atención: un corazón solitario no es un corazón”, escribió Machado. Y, al tener en el nuestro el corazón de María, se nos concederán grandes gracias de santidad.