Comunión



Comunión: unión de amor

“Toma, come. Anímate, te invito Yo”. Nosotros no nos atreveríamos a tanto: comernos a nuestro Dios. Revelación del más hondo deseo de Jesús: la unión indisoluble con aquellos que ama. Preparación remota, próxima e inmediata. Embriagarnos de la efusión del Espíritu luego de comulgar.



Deleita, nutre, transforma

El banquete está preparado, pero la invitación es desoída. Hay que ir, e ir con traje nupcial, es decir, con fe y con amor. Entonces se perciben los efectos de la comunión eucarística: deleita, nutre y transforma en Aquel se recibe. Nos hacemos Cristo, para subir al infinito.



Ansias de comulgar

¿Por qué decidió Jesús que lo comiéramos? No es difícil adivinar el motivo: deseo de unión, deseo de salvación, deseo de transformación. ¿Correspondemos a su hambre con nuestra hambre?