Presencia Real



La Eucaristía nos alivia de nuestras penas

“Jesús a quien ahora veo escondido, te pido que se cumpla lo que tanto ansío…” La Eucaristía es Jesús, que nos da un adelanto del encuentro definitivo. Tenemos esta certeza que alivia cualquier pena: Él está con nosotros. “También de dolor se canta”, es el título de una película. Podemos hacerlo precisamente porque tenemos el consuelo de la Presencia viva de Jesús.




La verdad más verdadera

“Nada es más verdadero que esta palabra de verdad”. Convicción de santo Tomás de Aquino sobre la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía. Ni siquiera lo evidente es más verdadero: adhirámonos a esta convicción haciendo eucarística nuestra vida, y nos maravillará su eficacia.



Sagrada Institución (en Jueves Santo)

Hoy es un día muy pero muy especial. Pidamos la gracia para tomar nuevamente conciencia del inestimable tesoro que ha querido dejarnos Jesús: su mismo Cuerpo y su misma Sangre, por los siglos de los siglos. Nos enseñan los santos, cuya sensibilidad ante esa Presencia es fruto del Espíritu Santo. San Alfonso, por ejemplo, decía que pidiéramos tener, al comulgar, todo el amor de que nuestra alma sea capaz. El Sol de la Eucaristía determina la vida del mundo.