Encontrar a Jesús



La oración es un Tú

Lo importante de la oración es el Tú con mayúscula, el Tú de Cristo. Vamos ahí a llenarnos de la seguridad de su presencia y de su amor. En eso radica el kerigma, lo esencial de la Iglesia. Se trata de presentar a Jesús vivo, para después catequizar, moralizar, etc. Pero para poder presentarlo hace falta el encuentro previo con el Tú en la oración.




Oración de corazón

No sin un claro objeto, desconocido para aquel soldado, fue traspasado el costado de Cristo en la Cruz. “Para que ustedes crean”, en una puerta que invita a la intimidad. Un corazón sólo se abre con otro corazón. “Que busques el Corazón de Cristo… que encuentres el Corazón de Cristo… que realices la unión de corazones, clave del amor.



La sed, la oración y el amor.

Algunos salmos son, por decirlo así, ‘aspiracionales’, como que nos señalan metas deseables. Mi alma tiene sed de Ti… quizá no sea tan real, pero nos gustaría que lo fuera. ¿Cómo aumentar el ansia, la necesidad que el alma tiene de Dios? Haciendo de la oración encuentros de amor, verdaderas experiencias de la unión de los corazones. Ejemplos de las santas medievales.