Gracia santificante



Poder superior

¿Comprendemos la “potencia espiritual” que nos otorga el carácter bautismal? ¿Y que se potencia en la Confirmación? Es la participación en el sacerdocio de Cristo, es decir, de realizar operaciones que exceden la medida humana y se proyectan en la eternidad. El apostolado, la salvación de los hombres.



14 de febrero

Obra de Dios: Cristificación.

San Josemaría escribió en sus Apuntes íntimos: “…me di cuenta que en las cuartillas nombradas se ha denominado así. Y ese nombre (¡¡¡la Obra de Dios!!!) me parece un atrevimiento, una audacia…”. Ojalá podamos decir nosotros que nuestra alma es Obra de Dios, porque está viviendo cada vez más la vida de Cristo, la vida de la gracia, que es vida divina.



El valor de la gracia santificante

María, en gracia concebida. De ahí, de ese vientre purísimo, puede Dios continuar su plan salvador; la Encarnación del Verbo en unas entrañas dignas de recibirlo. Nosotros tenemos también la gracia santificante, con la que Dios lleva a efecto nuestra salvación y la del mundo. Valorémosla: un solo grado de gracia vale más que todas las obras físicas. Aumentamos en ella por la recepción fructuosa de los sacramentos, por la oración unitiva y por las buenas obras, especialmente las obras de penitencia.