Huida a Egipto, lección de fe.
Fe de la Sagrada Familia que obedece inmediatamente al ángel que avisa la persecución de Herodes. Necesitamos la fe acerca de los contenidos en los que creemos, pero sobre todo la fe con la que creemos, es decir, la firmeza y la constancia de la misma. Ante lo que ha acontecido, acontece o acontecerá en nuestra vida no nos preguntemos ¿por qué?, sino ¿para qué? Dios nos ha enviado, nos envía y nos enviará lo mejor para nuestra santificación.
La imprescindible fe
“Maestro, queremos verte hacer una señal prodigiosa”. Jesús les contesta duramente: “Esta gente malvada e infiel está reclamando una señal”. Para creer hace falta tener un corazón bueno, y la humildad del sí. Revisemos nuestra fe, “de la que todo depende”: la entrega, la piedad, el abandono, la caridad, la castidad… Pidámosla y practiquémosla dando un continuo sí al querer de Dios.
La fe de los Magos
¿Hablan las estrellas mudas? Para los que saben oír con el corazón, sí. ¿Y si la estrella desaparece? Nos apoyamos en la fe de otros. ¿Y si el rey esperado no es sino un niño en pañales? Contamos con el auxilio divino, que nos permite tener una fe incondicional.