Dicen que está vivo

La gran semana de Pascua nos centra en el Señor Resucitado. Procuraremos ir viviendo los textos del Santo Evangelio que nos presenta la Misa de cada día, con la conciencia de centrar más nuestra vida en Él. Para eso, resulta indispensable el silencio, no solo externo sino sobre todo interior. Ejemplo de un hombre de profundo silencio: san Juan Pablo II.



Apostolado Pascual

¡Hemos visto al Señor! Es la exclamación de los testigos del Resucitado. Toda acción apostólica ha de estar también precedida de esta experiencia. El apóstol comunica una vida, una presencia.



Que el Espíritu Santo te guíe en cada acción

Jesús reprende con dureza a quien se opone al Espíritu Santo. Abrirnos para que el Espíritu de Verdad baje hasta las profundidades de nuestro yo, para que en cada acción seamos movidos por Él.