Verlo y alegrarse

Los discípulos se alegraron al ver al Señor. Esa es la clave de la Pascua: verlo, y con esa contemplación, encontrar la verdadera felicidad. Por la tarde del domingo, Jesús se les aparece mostrándoles las manos y el costado. Dios se ha manifestado, y estamos llamados a la intimidad.



La Pascua de Cristo es también la mía

La Resurrección de Cristo no es un hecho cerrado en Él, sino que nos afecta: su Resurrección es la causa de la nuestra. Cristo vive: nos acompaña cada día de nuestra vida y viviremos con el Resucitado en la eternidad.



Testigos del Resucitado

Todo el designio de Dios está orientado a la Resurrección del Señor. Comienza nuestra vida en común con Jesús, para siempre. Somos testigos de que Cristo está vivo, y nuestra alegría es la vida que Él nos ha traído.