Septiembre



8 de septiembre

La Virgen Niña

Alegría ante el nacimiento de la Santísima Virgen María, esperanza de nuestra salvación. La devoción a la Divina Infantita nos invita a purificar nuestra infancia, pues ahí también pecamos. Y en cualquier época de nuestra vida, y en el día de hoy, muchas veces. La Gracia plena de María nos invita a la contrición, a la conversión, a la purificación, al aprovechamiento del sacramento de la penitencia.



9 de septiembre

Tres remedios: fe, esperanza y caridad

Jesús es el Médico divino, que sana toda enfermedad y toda dolencia. Nos da su receta: las medicinas de la fe, la esperanza y el amor. Con la primera cura nuestra sordera y nuestra ceguera. Con la segunda, los males del decaimiento, encendiendo nuestra ilusión y alentando nuestra vibración espiritual. Con la tercera, arregla los desperfectos de nuestro corazón, aumentando su coeficiente de dilatación.



10 de septiembre

Bienaventuranzas y amor a Dios

Las bienaventuranzas responden al deseo natural de felicidad del hombre. Este deseo tiene un origen divino: Dios nos lo imprimió en lo más hondo para orientarnos a Él, que es la Suma y Eterna Felicidad. La cuarta bienaventuranza nos habla del hambre y la sed de amar la justicia, es decir, el ansia de amar más y más a Dios. Nuestra vida consiste en la constante reorientación de nuestros deseos hacia su propia verdad.