Amor a Jesús



Con la misma plenitud de Dios

Meditemos las densas palabras de san Pablo en los versículos 14 a 19 del capítulo 3 de la carta a los Efesios. Suplica al Padre la concesión del Espíritu de fortaleza, para que Cristo habite por la fe en nuestros corazones, y así, arraigados y cimentados en el amor, comprendamos con todos los santos el amor de Cristo, y lo experimentemos hasta ser colmados con la plenitud de Dios. Dios proyecta su Ser en nosotros, divinizándonos.



Opción por Cristo

Dios confundió las lenguas de los descendientes de Sem, ante el orgullo de querer levantar una torre hasta el Cielo. El Espíritu de Jesús nos unifica, haciéndonos en todo capaces de encontrarlo y amarlo. La fuerza para afrontar cualquier pena nos viene de la unión con el Crucificado. ¿Busco evitar la superficialidad y la dispersión, para ganar a Cristo?



Mi Dios y mi todo

La causa de la muerte de Cristo fue haberse declarado Hijo de Dios. Esa confesión compromete radicalmente: todo cambia si lo afirmo. Entonces Jesús, por ser Dios, se irá convirtiendo en nuestro todo.