Buen Pastor
El IV Domingo de Pascua se ofrece a nuestra piedad un icono entrañable: Jesús es nuestro buen Pastor. ¿Lo vislumbramos así? ¿Debemos corregir alguna idea distorsionada de Él? La meditación del salmo 22 nos ayudará a comprender la ternura y la cercanía de su pastoreo.
Cadenas de Cristo
Ya para despedirse de sus apóstoles, el Señor les confía grandes verdades: Si alguno me ama, mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos en él nuestra morada (Jn 14). Todo depende del condicional: si alguno me ama… pero todo lo que se sigue de ahí vendrá como en cascada. Un día aprovechado es aquel en el que actuamos por amor. San Bernardo le dijo a un ermitaño que se había atado a su cueva para no volver al mundo: “Átate con cadenas de Cristo, no con cadenas de hierro”.
Conocer a Jesucristo
La vida eterna consiste en conocer al único Dios verdadero y a su enviado Jesucristo. Conocimiento al que Él nos invita llamándonos amigos y revelándonos todo cuanto oyó de su Padre. Conocerlo en el hoy requiere conocerlo en el ayer, es decir, en los hechos y dichos de su vida terrena. Entramos en el pasado y el futuro se resuelve en el hoy de Cristo.