Ama al Resucitado
La Resurrección de Cristo hace de nuestra religión una religión festiva. No solo porque nos habla del Señor vivo y presente con nosotros, sino porque nos descubre nuestro futuro. Vivimos ya como resucitados con el Resucitado, amándolo en su Santísima Humanidad, sin fisuras, con totalidad de amor, que incluye el eros y el ágape.