Amor a Jesús



Búscalo con ansia

Jesús nos invita en el Evangelio a ir a Él: “Vengan a mí...”. El amor busca la unión y la misericordia busca colmar las carencias: por eso nos repite “ven”, de mil maneras. “Búscalo con ansia, con abnegación, sin descuidar nada”, anima san Josemaría. Y Él, que desea la unión, se nos revelará.



Jesús lo es todo

En I Tim 3, 15-16, san Pablo nos presenta una síntesis del Verbo encarnado. Jesús es la revelación máxima del amor de Dios por nosotros, que llega lleno del Espíritu Santo para hacernos vivir de su vida, centro de la creación no sólo material y humana, sino también angélica. No lo dudemos: al centrarnos en Él nuestra vida encuentra plenitud y sentido.



Amar es servir

Si Cristo habita por la fe en nuestros corazones, entonces podemos vivir arraigados y cimentados en el amor. Entonces, amar será nuestro ejercicio, y será continuo como el respirar. El diseño de Dios para hacernos felices tiene como requisito la donación, sirviendo de todos los modos posibles. Desde santificar a los demás hasta hacerles la vida más grata.