Llenarse de Cristo
Jesús invita a proclamar la cercanía del Reino de Dios. Pero es preciso antes hacerlo nuestro, porque comunicamos la realidad de una vida. Y la vida se trasmite solo por contacto. Nos llenamos más y más de Jesús con el trato confiado, cariñoso, personal. Apliquemos las reglas del amor humano al amor divino.
Ser Tú
¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? Jesús responde diciendo que quienes hacen la voluntad de su Padre. ¿Y cuál es esa voluntad? Que recibamos la vida de su Hijo que nos hace uno con Él. Por eso Jesús nos invita a permanecer en Él, a quedarnos en su intimidad, a no vivir nuestra pobre y pequeña vida sino la suya. Las normas de piedad son para acoger su Presencia y llenarnos de ella. Entonces el amor es unitivo, transformante.
Jesús es Luz
¿Advierto la enorme gracia de vivir iluminado? Porque una gran parte de la humanidad actual, y la de los tiempos pasados, vive en la oscuridad, buscando a tientas. Si dejo que Jesús sea en todo mi luz, conjuraré el riesgo de vivir en el error y también en el de la hipocresía. Propósito: no atentar nunca contra la verdad.