Cómo es



María y el fuego de amor vivo

Los sábados son días especiales para María. De Ella aprendemos la lección que más importa: el arder en nuestro corazón la llama de amor viva. Si no, mi vocación a la santidad está en veremos. Como la Pirausta, que sólo vive en el fuego, María está “encielada”, y por eso es la Mujer Nueva en la que todos vemos nuestro sino.



La lección es María

Pensar en María siempre nos alegra, nos pacifica, como si recibiéramos un aroma del Paraíso. Ella está más allá de toda miseria y de toda imperfección. “Junto a ti, María, como un niño quiero estar, quiero que me eduques, que me enseñes a rezar”. Nos da lecciones de todas las virtudes, pero su lección fundamental es su misma persona.




El Hágase de María

El Hágase de María es un eco del Hágase de la Creación. Y una invitación a decir también nosotros lo mismo ante la vocación y misión que Dios nos asigna. Su querer fundamental se refiere al Amarás, y eso no sería posible sin una vida de piedad verdadera. De esa fuente, arrancan los demás modos de ser marianos.