Cuánto sirve pensar en Ella
A veces nos sucede que nos fijamos en María solo en mayo y en octubre, o cuando se acerca alguna de sus solemnidades… pero realmente hemos de comprender que Dios ha querido mandarnos con Ella un mensaje muy claro: cuál es su sueño, cómo quiere que seamos, hasta dónde puede llegar nuestro llenarnos de Dios. Unidos a María aprendemos a hacer de nuestra vida interior una cuestión de amor a Jesús.
Primera evangelizadora
María lleva a Isabel y a Juan la gracia que salva. Porque porta a Cristo. Además, nos da lecciones de cómo evangelizar: comprometiéndose en el servicio, acompañando, dando a la evangelización el toque materno, de cariño. María nos visita también a nosotros, alentándonos a la tarea de salvación.
Madre llena de gracia
Jesús dijo a sus discípulos que en el mundo tendrían tribulaciones. Y, compadecido de nuestra debilidad, eligió darnos una madre, como compañía y consuelo. San Bernardo habla de “mirar a la estrella, mirar a María”. Entonces soportaremos los vientos de las tentaciones y los escollos de las penas. Experimentaremos el consuelo de un regazo y la ternura de unas caricias.