Inmaculada



Amen a la Inmaculada

Siendo niño, Maximiliano Kolbe tuvo una aparición de la Santísima Virgen. Desde entonces, le profesó un amor intensísimo, y solía repetir: “¡Amen a la Inmaculada, ámenla cuanto sepan y puedan!”. Experiencia tenía de los incontables bienes que se siguen de ese amor intenso. Busquémoslo nosotros, suplicándole que nos tome como cosa y posesión suya.



8 de diciembre

Precursor e Inmaculada en el Adviento

Dios preparó con gran cuidado y a lo largo de muchos siglos el acontecimiento esencial: el envío de su Hijo al mundo. Hubo una preparación remota y una próxima. En ésta, encontramos un precursor, y una virgen inmaculada. Vamos a buscar el recogimiento de Juan y el amor de María, para disponer nuestra alma esta Navidad.



La Inmaculada es caridad

En la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María le agradecemos a Dios que haya querido hacer que alguien de nuestra naturaleza estuviera llena de gracia. De la fuente de su corazón sólo brota lo bueno: busquemos que lo mismo suceda en nosotros, erradicando las actitudes críticas, negativas o despectivas hacia el prójimo.