Vida interior



Las Normas de piedad llenan de amor

El Señor insistía en la importancia de la limpieza interior. No es lo de fuera lo que mancha al hombre, sino lo que sale de su corazón. Por eso necesitamos darle constantemente el buen alimento de los ejercicios de piedad. El beato Álvaro insistía en “darle mucha importancia a lo poco” en ese cumplimiento, Hagamos la prueba, y notaremos que la vida espiritual crece.



Ser piadosos

El Evangelio del martes de la semana IV del tiempo ordinario presenta el episodio de la mujer hemorroísa. Ese pasaje recuerda la infinita eficacia curativa de Jesús. Acerquémonos a Él en el Sagrario, en su presencia de inhabitación dentro del alma, en la oración de encuentro. La piedad lleva al amor; y el amor, a la felicidad.



El beato Álvaro  nos enseña a vivir amorosamente las Normas de piedad

“El varón fiel será muy alabado”, dice el libro de los Proverbios. San Josemaría quiso escribir esa frase en el cuarto de trabajo de su más fiel colaborador. Como primer sucesor, nos dio a manos llenas el legado de nuestro fundador: acometer la locura de enamorarnos de Dios con el cumplimiento amoroso de las normas de piedad.