Vida interior



Templos de Dios

“¿No sabes ustedes que son Templos de Dios?” Palabras de san Pablo que recoge la liturgia de hoy, fiesta de la dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán. Meditemos el simbolismo: cada uno es Templo de Dios, más que las paredes de las Basílicas, pues somos piedras vivas, no inertes. Visitémoslo en ese Templo que es nuestra alma.



Sostener la vida interior con normas de piedad

Jesús nos ha comunicado su propia Vida, la Vida divina. Por encima de nuestra vida biológica y nuestra vida racional, hemos recibido una Vida que debemos apreciar y cultivar. ¿Se me desdibuja? ¿La cultivo? E, incluso, ¿a veces la desprecio?



Fortalecidos en lo interior

En la carta a los Efesios, san Pablo eleva su súplica al Padre celestial para que todos seamos “fortalecidos en el hombre interior”. El proceso arranca de hacer que, por la fe, Cristo habite en nuestros corazones. Entonces resultamos “arraigados y cimentados en el amor”, en una proyección que nos deja pasmados: “llenarnos de la plenitud de Dios”.