Vida interior



Porque ha amado mucho

La lectura del Santo Evangelio en la Misa del jueves de la semana XXIV presenta el pasaje de la pecadora en casa de Simón. La reacción de Jesús manifiesta una extremada sensibilidad. Démosle alegrías al tratarlo en las normas de piedad creando verdaderos ámbitos de lo sagrado, advirtiendo la gran diferencia entre hacerlo y no hacerlo. Las normas de piedad son ejercicio de virtudes teologales.



Ser rico ante Dios

En la parábola del rico insensato, Jesús nos invita a atesorar para la vida eterna: “ser rico ante Dios”. Hacemos acopio de riqueza al crecer en gracia santificante, en amor a Jesucristo. Y para eso, cumplir amorosamente las normas de piedad. Ser santo es tener vida interior.



Ambiente de Cristo

“Yo soy el camino”: tenemos, por tanto, que ir paso a paso “por Jesús”. Sin perder el rumbo y sin detenernos. San Josemaría enseñó que el modo era “Pan y Palabra”, hostia y oración, es decir, a través de las prácticas tradicionales de piedad recomendadas por la Iglesia. Llenas los espacios entre una y otra a través de las normas de siempre.