Julio



11 de julio

San Benito: centralidad de Cristo.

En la memoria litúrgica de san Benito recordamos una enseñanza suya: no anteponer nada al amor de Cristo. Centralidad en Cristo, a la que todos estamos llamados, ¿cómo lograrla? Receta de santa Teresita: “Que cuando te pregunten, ¿qué estás haciendo?, puedas responder: estoy amando a Dios. Y cuando a ella le preguntaban: ¿Cómo estás siempre amando a Dios?, respondía: “Porque me recojo constantemente, y ahí, en mi corazón, me encuentro con Él y a Él me uno”. Una vida en Dios exige una vida de recogimiento.



12 de julio

Desierto: punto de encuentro con Dios.

¿Dónde tuvo el pueblo elegido los más profundos encuentros con Dios? En el desierto. ¿Y dónde busca Jesús la más continuada comunicación con su Padre? En el desierto. Hagamos también nosotros esos encuentros en nuestro corazón, tomándonos en serio la enseñanza de Jesús que dice que Él y su Padre habitarán en nosotros. Es una tarea ardua pues estamos acostumbrados a vivir desparramados. “Forzarnos a estar con Él”, dice Teresa.



13 de julio

Las gracias especiales de san José

Los miércoles, san José. El santo más grande después de santa María. Recibió gracias especiales de todo orden, aunque ahora nos fijaremos en la vida de confiada familiaridad que tuvo con Jesús y con María. Podemos preguntarnos si nosotros gozamos con nuestra vida interior, y si es ahí, en la oración o en la Eucaristía, donde mejor estamos. María y Jesús serían también muy amigos de José, conversarían largamente. A esa familia pertenecemos.