Amor a Ntra. Señora



12 de septiembre

Dulce Nombre de María

El nombre de María es portador de gracia. Repetir muchas veces ese dulcísimo nombre nos dará la seguridad de su presencia entrañable y de su amable consuelo. Nos hará situarnos cerca de la Cruz, donde María permanece de continuo para ayudarnos a llevar la nuestra. Quejas y lloriqueos retrasan el amor./span>



María en mi corazón

Tengan en sus corazones los mismos sentimientos de Jesús en el suyo (Fil 2, 7). ¿Y cuáles son, en el horizonte de su vida terrena? De niño, el amor a su Madre. Muriendo, dejárnosla como nuestra. Necesitamos una madre, dada nuestra condición de seres indigentes, incapaces. Y busquemos parecernos a Ella, según las diez virtudes principales de María a que se refiere san Luis María Grignion de Montfort./span>



Necesito a María

Los cristianos de la comunidad cristiana post-pascual acudían a María para saber de Jesús. Sentían un vacío, pero Ella hacía presente de muchos modos a Jesús. Remediaba así su profunda necesidad. Igual ahora: la necesitamos. La Providencia de Dios ha querido que sea nuestra madre: María permanece en todo momento atenta a nosotros, amándonos con amor maternal. Corresponder a su amor amándola con locura.