Amor a Ntra. Señora



Gracias a Dios por darnos a María

Ante la curación de diez leprosos, Jesús manifiesta su penar porque solo uno volvió a darle las gracias. Que no ocurra eso con nosotros. Procuremos no tanto darle gracias por los pequeños dones cotidianos (que es muy bueno hacerlo), sino también por los inmensos dones sobrenaturales. Entre ellos, el de habernos dado a su Madre, la más hermosa, la más santa y la más buena y cariñosa de todas las mujeres para que nos lleve siempre en su regazo.



Gestados en un vientre

sólo un asunto de devoción, sino la maravillosa realidad de ser engendrados en Ella. Estamos, como Cristo, “hechos” de María: de su carne, de su sangre. Que nuestra vida sea mariana, para que la podamos hacer presente.