El amor a María nos lleva al amor a Cristo
“¡Cuánto crecerían en nosotros las virtudes sobrenaturales si lográsemos tratar de verdad a la Santísima Virgen!”, enseña san Josemaría. ¿La tratamos con cercanía, con delicadeza, con confianza plena? Encontraremos un gran consuelo, un camino de sencillez y grandísima eficacia para llegar al amor de Cristo. A veces es suficiente con repetir la palabra ¡María! para recobrar la paz del alma.
Marianízate
Santa María es Reina, porque Dios, al hacerla Inmaculada, ha liberado la creación hasta entonces sometida al dominio del maligno. Debemos hacer más mariana nuestra vida, nuestra actividad, nuestro apostolado. Todo tendrá entonces el toque de la Inmaculada, que nos devuelve el orden perdido en el Paraíso.