Santidad



Santidad personal

Una semilla es lanzada por el Divino Sembrador al surco de nuestra alma. Sin que sepamos cómo, ha de germinar, y dar fruto. Es la llamada a vivir en plenitud la Vida de Cristo, y ese objetivo ha de orientarse todo afán. Tomarnos en serio a Dios para evitar que una ligereza acabe por hacer de nuestra vida “una triste burla blasfema” (Surco, 650). La santidad personal es “remedio para todo” (Surco, n. 653).



La Obra de Dios

San Josemaría no sabía qué nombre debía darle a aquello que Dios le había inspirado. Su confesor de entonces le preguntó un día: “¿Y cómo va esa obra de Dios?” Fue una nueva luz. El nombre le parecía un atrevimiento, pero era también una realidad: la Obra no era suya, como tampoco nuestra. Dejemos que la obra propiamente de la gracia, lo propiamente divino, sea lo que nos haga ser verdaderamente obra de Dios.



28 de noviembre

Aniversario del Opus Dei como Prelatura personal

Dios suscita el Opus Dei que invita a llevar a plenitud la vocación bautismal en medio de las ocupaciones diarias. “Nuestra celda es la calle”, gustaba repetir el Fundador. Mantener una comunión de amor con Jesucristo en medio de las ocupaciones cotidianas: hoy damos gracias por ser aniversario de la solución jurídica definitiva.