Caridad



Reunidos en el Cenáculo

Desde el principio quiso Jesús dar estructura familiar a los suyos, a la primera comunidad cristiana. Porque es imposible tener verdadero amor a Dios en el corazón y no tenerlo para el prójimo. San Juan Pablo animaba a vivir finamente la caridad comprendiendo que cada persona lleva en sí un dolor y un misterio. Todos los hombres son sujetos de misericordia.



Afán de servir

“Así como los poderosos oprimen a los pueblos, entre ustedes debe suceder lo contrario”. El primero debe convertirse en esclavo de todos. Imitamos al Hijo del hombre cuando servimos, y ese ha de ser nuestro orgullo. Si procede del amor, el servicio se torna alegre, fino, discreto, y es fuente de felicidad.



Me sé amado y amo

El Señor nos manifiesta su amor de manera máxima en el misterio Pascual. El pórtico es el lavatorio de los pies, para continuar con la institución de la Eucaristía y llegar al fin a la entrega de su Cuerpo en la cruz. Si Él me ama así, estoy capacitado, con ese amor, para amar a los demás como me ama a mí.